sábado, 21 de septiembre de 2024

INTERESANTE! Una organización para el futuro

Foto: Especial (Shutterstock)/Por Arianna Prasio

“El modelo organizacional del futuro prevé una entidad altamente adaptable, caracterizada por su flexibilidad y capacidad de respuesta rápida en un entorno de constante cambio. En este modelo, las estructuras jerárquicas tradicionales se transformarán, dando paso a redes más fluidas de equipos y proyectos”.

Al iniciar un nuevo año, es acostumbrado plantear las prioridades y necesidades a enfocarse en el ciclo que comienza. Pensar en el futuro implica para mí –y para quienes nos dedicamos a la apasionante labor de Recursos Humanos– pensar también en las nuevas tendencias en las organizaciones como el uso de la inteligencia artificial y nuevas tecnologías, hasta el trabajo remoto o la necesidad de renovarse profesionalmente a través de capacitación.

Revisando estas tendencias y analizando mis prioridades para este 2024, me di cuenta de la necesidad de abordar el tema la organización como una unidad. Y es que aquello que se dice respecto a que “las personas son quienes hacemos a la empresa”, confirma la necesidad de ver a las compañías como un ser vivo con necesidades cambiantes.

Las organizaciones operan en la actualidad de forma radicalmente distinta a como lo hacían hace diez años. Por eso considero muy importante que pensemos en la construcción de un nuevo modelo organizacional que soporte las exigencias de cambio y los retos del futuro.

La agilidad sin duda juega un papel clave en este nuevo modelo. Romper las estructuras jerárquicas y encaminarse a modelos centrados en el trabajo entre equipos, cada uno de ellos con capacidades y herramientas diferentes para tomar decisiones, se vuelve necesario para competir y ganar en el actual entorno empresarial.

El modelo organizacional del futuro prevé una entidad altamente adaptable, caracterizada por su flexibilidad y capacidad de respuesta rápida en un entorno de constante cambio. En este modelo, las estructuras jerárquicas tradicionales se transformarán, dando paso a redes más fluidas de equipos y proyectos, un enfoque modular que permitirá a las organizaciones ajustarse rápidamente a nuevas demandas del mercado, tecnologías emergentes y tendencias globales.

La colaboración transversal será un pilar fundamental, con equipos formados por individuos de diversas disciplinas, formación académica y experiencia, trabajando en conjunto para innovar y resolver problemas complejos. La tecnología (en particular la inteligencia artificial y el aprendizaje automático) desempeñarán un papel crucial en la facilitación de esta colaboración, ayudando a analizar datos, predecir tendencias y optimizar procesos.

En este modelo organizacional nuevo, el liderazgo se transformará significativamente, enfocándose en ser más inclusivo, participativo y orientado a potenciar a los colaboradores. Los líderes necesitarán ser facilitadores y mentores más que autoridades tradicionales, promoviendo un ambiente de trabajo basado en la confianza, el respeto y la autonomía. Serán expertos en conectar con las personas con una visión compartida, incentivando la innovación y la creatividad a través de la diversidad de pensamientos y experiencia.

Este enfoque de liderazgo servicial requerirá habilidades de comunicación efectiva, empatía y adaptabilidad, permitiendo a los líderes gestionar equipos dispersos geográfica y culturalmente diversos. Asimismo, enfatizarán en el desarrollo profesional continuo de sus equipos, reconociendo que el crecimiento individual contribuye al éxito colectivo y manteniendo un compromiso firme con los valores de ética y responsabilidad social de la organización.

Algunas de las acciones que ayudarán a los líderes a hacer frente a los nuevos desafíos organizacionales son:

Desarrollar flexibilidad y adaptabilidad: Los líderes deben cultivar la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios inesperados. Esto implica estar abierto a nuevas ideas, métodos y tecnologías y ser capaz de ajustar estrategias y planes de acción con agilidad. La flexibilidad mental, la resiliencia serán habilidades clave para navegar en entornos empresariales que evolucionan constantemente.

Fortalecer competencias digitales: En un futuro dominado por la tecnología, es esencial que los líderes se familiaricen con las herramientas digitales y las plataformas de comunicación. Esto no sólo implica el uso eficiente de estas herramientas, sino también comprender como la tecnología puede optimizar el trabajo y fomentar la colaboración en un equipo diverso y posiblemente remoto.

Cultivar la inteligencia emocional: La inteligencia emocional será crucial para liderar equipos con empatía y comprensión. Los líderes deben ser capaces de reconocer y manejar sus propias emociones, así como las de sus colaboradores, para mantener un ambiente de trabajo positivo y productivo, especialmente en situaciones de estrés o cambio.

Promover la colaboración y la innovación: Fomentar un entorno donde la colaboración y la innovación florezcan es fundamental. Los líderes deben alentar a sus equipos a compartir ideas y trabajar juntos en soluciones creativas. Esto incluye crear espacios seguros para el debate y la experimentación, así como reconocer y celebrar los éxitos y el aprendizaje que provienen del proceso innovador.

Aprender sobre responsabilidad y ética empresarial: Con un enfoque creciente en la responsabilidad social y la ética empresarial, es importante que los líderes entiendan los conceptos que las sustentan. Deberán estar al tanto de cómo sus decisiones afectan no sólo a la empresa sino también a la sociedad, y cómo pueden contribuir a un futuro más responsable y ético. Sobre todo, de cara a la incorporación de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.

En conclusión, este reto de tener un modelo organizacional que nos apoye al crecimiento futuro nos invita a repensar no sólo como estructuramos y gestionamos a la empresa, sino también cómo lideramos y colaboramos dentro de ella.

Será crucial que los líderes y los colaboradores adopten un espíritu de aprendizaje, flexibilidad y responsabilidad compartida. El futuro de las organizaciones y en especial este 2024, promete ser un viaje emocionante de innovación y crecimiento, que nos invita a abrazar el cambio y liderar con el ejemplo.