Antecedentes
La facturación electrónica en México tiene su origen en la necesidad de modernizar el sistema tributario y combatir la evasión fiscal. Inicialmente, las empresas emitían facturas en papel, un proceso susceptible a la falsificación y difícil de auditar. A partir de 2004, se introdujo el Comprobante Fiscal Digital (CFD), que permitía generar facturas electrónicas opcionales. En 2011, la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) hizo obligatoria la facturación electrónica para todos los contribuyentes. El formato evolucionó a su versión actual, el CFDI, que exige un proceso de validación por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Funcionamiento del CFDI
El funcionamiento del CFDI es un proceso estandarizado que garantiza la validez y autenticidad de las facturas electrónicas. El proceso implica varios pasos clave:
Generación del CFDI: El contribuyente, a través de un software de facturación o la aplicación gratuita del SAT, genera un archivo XML que contiene todos los datos fiscales de la transacción (emisor, receptor, productos/servicios, importes, impuestos, etc.). Este archivo es el documento fiscal original.
Validación y Certificación: El contribuyente envía el archivo XML a un Proveedor Autorizado de Certificación (PAC). El PAC revisa la estructura del CFDI, valida su autenticidad y verifica que contenga la firma electrónica avanzada (e.firma) del contribuyente.
Timbrado: Una vez validado, el PAC agrega un sello digital y el folio fiscal (un identificador único) al CFDI. Este proceso se conoce como "timbrado" y lo hace válido ante el SAT. El PAC también envía una copia del CFDI al SAT.
Emisión y Almacenamiento: El CFDI timbrado se envía al receptor (cliente) en formato XML y, opcionalmente, en formato PDF para su fácil visualización. Ambos formatos deben ser almacenados por emisor y receptor durante un mínimo de 5 años.
Información que deben digitalizar los contribuyentes
Para emitir un CFDI, los contribuyentes deben ingresar información precisa y completa, la cual se detalla en el archivo XML:
Datos del emisor: Razón social, Registro Federal de Contribuyentes (RFC), domicilio fiscal, régimen fiscal, y certificado de sello digital (CSD).
Datos del receptor: Razón social o nombre, RFC (obligatorio para la mayoría de las operaciones), y el uso que se le dará al CFDI (ej. "Gastos en general", "Adquisición de mercancías", etc.).
Información de la transacción:
Fecha y hora de expedición.
Lugar de expedición.
Tipo de CFDI: Ingreso, egreso, traslado, nómina, o pago.
Forma de pago (ej. efectivo, tarjeta de crédito, transferencia electrónica).
Método de pago (ej. una sola exhibición, a plazos).
Descripción del producto o servicio: Cantidad, unidad de medida (con clave del catálogo del SAT), valor unitario, y clave del producto o servicio (del catálogo del SAT).
Importes: Subtotal, impuestos (IVA, ISR, IEPS, etc.), y total.
Declaraciones juradas de impuestos
En el contexto tributario mexicano, las "declaraciones juradas" son conocidas simplemente como declaraciones de impuestos. Estas declaraciones se presentan al SAT para informar sobre las operaciones realizadas y determinar el impuesto a pagar o a favor.
Declaraciones enviadas por el SAT a los contribuyentes (propuestas o prellenadas)
El SAT utiliza la información de los CFDI para generar propuestas de declaraciones prellenadas para los contribuyentes, simplificando su cumplimiento. Las principales son:
Declaración anual de personas físicas: El SAT prellena esta declaración con los ingresos, deducciones personales y retenciones de impuestos reportadas en los CFDI de nómina y facturas de deducciones autorizadas.
Declaraciones provisionales o definitivas de pagos de impuestos: Para ciertos regímenes fiscales, el SAT ofrece propuestas de declaraciones de IVA e ISR, usando la información de los CFDI de ingreso y egreso emitidos y recibidos por el contribuyente.
Declaraciones que deben enviar los contribuyentes al SAT
Los contribuyentes tienen la obligación de presentar diversas declaraciones al SAT, entre las que destacan:
Declaración anual: Las personas físicas y morales informan sus ingresos, deducciones, y calculan el impuesto sobre la renta (ISR) del ejercicio fiscal.
Declaraciones provisionales/definitivas: Presentaciones mensuales o bimestrales del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del ISR, para pagar el impuesto generado en el periodo.
Declaraciones informativas: Presentaciones que no implican un pago de impuestos, pero que son obligatorias para informar al SAT sobre operaciones específicas. Ejemplos incluyen:
Declaración Informativa de Operaciones con Terceros (DIOT): Los contribuyentes informan a detalle las operaciones con proveedores que realizaron durante el mes.
Declaración Anual de Operaciones con Partes Relacionadas: Para empresas que realizan transacciones con filiales en el extranjero.
Declaración de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS): Para contribuyentes que producen o venden ciertos bienes como alcohol, tabaco, y gasolinas.
En resumen, el sistema de facturación electrónica en México es un pilar fundamental de la administración tributaria. No solo facilita la emisión de documentos fiscales, sino que también sirve como la principal fuente de información para que el SAT pueda prellenar declaraciones y fiscalizar de manera más eficiente a los contribuyentes.
