viernes, 29 de agosto de 2025

LA AUDITORIA FISCAL y su importancia para mantener una entidad en corrección con los impuestos de ley se deben pagar al Estado


La Auditoría Fiscal 

Una auditoría fiscal es un proceso de revisión y verificación de la información fiscal de una persona o entidad para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. Su objetivo principal es detectar errores, irregularidades o, en casos graves, evasión fiscal, y garantizar que los impuestos se hayan calculado y pagado correctamente.

¿Qué se debe auditar realmente?

La auditoría fiscal no se limita a un solo documento; es un proceso integral que abarca diversos aspectos de las finanzas y la contabilidad de una empresa o individuo. Los elementos clave que se deben auditar son:

Declaraciones fiscales: Se revisan las declaraciones de impuestos (ITBIS, Impuesto Sobre la Renta a las Personas Jurídicas, Impuesto sobre la Renta a las Personas Físicas, etc.) para verificar que la información declarada sea precisa y coincida con los registros contables.

Libros y registros contables: Se examinan los libros contables (diario, mayor), así como los registros auxiliares, para confirmar que las operaciones están debidamente contabilizadas de acuerdo con los principios contables y la normativa fiscal.

Documentación de soporte: Se auditan las facturas de ingresos y gastos, nóminas, contratos, documentación bancaria y cualquier otro documento que respalde las transacciones registradas.

Cálculo de impuestos: Se verifica que los cálculos de las bases imponibles, deducciones, créditos y exenciones se hayan realizado correctamente.

Operaciones con partes relacionadas: Se revisan las transacciones con empresas o socios vinculados para asegurarse de que no haya habido manipulaciones para reducir la carga fiscal.

Procedimientos de control interno: Se evalúa la eficiencia de los sistemas de contabilidad y control interno de la entidad para detectar posibles debilidades que puedan generar errores fiscales.

Auditoría Fiscal: Paso a Paso (Presencial y Digital)

El proceso de auditoría fiscal, ya sea presencial o digital, sigue una estructura similar, aunque la forma de ejecutar cada paso varía.

Fase 1: Planificación

Notificación y apertura del proceso: La auditoría se inicia con una notificación formal por parte de la autoridad tributaria (por ejemplo, el Servicio de Administración Tributaria - SAT en México, la Dirección General de Impuestos Internos - DGII en República Dominicana, o la Agencia Tributaria en España). En una auditoría presencial, la notificación puede incluir la visita de un auditor. En una auditoría digital, la notificación se hace por medios electrónicos.

Definición del alcance: Se establecen los objetivos de la auditoría, los períodos fiscales a revisar y los impuestos específicos que serán objeto de examen.

Evaluación de riesgos: El auditor identifica los riesgos fiscales más relevantes para la entidad basándose en su actividad económica, su historial de cumplimiento y la información disponible.

Solicitud de información: Se solicita al contribuyente toda la documentación necesaria para la auditoría (declaraciones, libros, facturas, etc.).

Fase 2: Ejecución y Recopilación de Información

Auditoría Presencial:

Visita a las instalaciones: El auditor se presenta en el domicilio fiscal del contribuyente para realizar la revisión.

Entrevistas: Se llevan a cabo entrevistas con el personal clave (contadores, directores financieros) para entender los procesos y sistemas de la empresa.

Revisión física de documentos: El auditor examina físicamente los libros contables, facturas y demás documentación de soporte.

Pruebas de campo: Se pueden realizar pruebas específicas, como la verificación de inventarios físicos o la conciliación de saldos bancarios.

Auditoría Digital (o de gabinete/escritorio):

Requerimiento electrónico: La autoridad tributaria solicita la documentación de forma electrónica a través de su plataforma.

Envío de información: El contribuyente envía los documentos digitalizados o los archivos contables y fiscales requeridos.

Análisis de datos: El auditor utiliza herramientas y software para analizar la información de manera remota, cruzando datos de declaraciones, facturas electrónicas y otros registros.

Comunicación a distancia: La comunicación entre el auditor y el contribuyente se realiza por correo electrónico, portal tributario o videollamada.

Fase 3: Análisis y Hallazgos

Cruce de información: Se comparan los datos de las declaraciones fiscales con los registros contables y la documentación de soporte. En las auditorías digitales, este cruce es automatizado.

Identificación de irregularidades: El auditor busca inconsistencias, errores o posibles fraudes. Esto puede incluir diferencias en las bases imponibles, deducciones no autorizadas, o ingresos no declarados.

Elaboración de un borrador de informe: Se prepara un documento preliminar que detalla los hallazgos y las diferencias detectadas.

Fase 4: Comunicación y Cierre

Reunión de cierre: Se celebra una reunión con el contribuyente para discutir los hallazgos. Se le da la oportunidad de presentar pruebas o descargos para aclarar las inconsistencias.

Informe de auditoría: Se emite un informe final que resume los hallazgos, las conclusiones y las posibles sanciones o ajustes a pagar.

Ajustes y pagos: En caso de que se determinen diferencias a favor de la autoridad fiscal, el contribuyente debe realizar las declaraciones rectificativas y los pagos correspondientes.

Seguimiento: La autoridad tributaria puede realizar un seguimiento para asegurar que las recomendaciones del informe se hayan implementado y que se hayan corregido las deficiencias.

Este proceso detallado ayuda a los contribuyentes a entender mejor qué esperar de una auditoría fiscal y cómo prepararse para ella, ya sea en un formato presencial o digital.

FUENTE: Gemini Google/Búsqueda investigativa de MDJL