Si la macroeconomía va bien, entonces, porque sí, la microeconomía también debe ir bien. ¿Es esto cierto? Para muchos esto “se cae de la mata”, pues la una está amarrada a la otra. También podría decirse al revés y estaríamos haciendo el mismo ejercicio. Cuando a la gente le va bien, ha de suponerse que igualmente se refleja más arriba.
De manera sencilla, la microeconomía estudia el comportamiento de las personas y empresas, mientras que la macroeconomía analiza la economía en su conjunto, es decir, indicadores como la inflación, producto interno bruto (PIB), déficit fiscal y otros.
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ha publicado el informe de la economía, en el que establece que el PIB creció un 5% y que la inflación, es decir, el comportamiento de los precios se situó en 3.35%, por debajo, incluso, del límite inferior del rango meta establecido en el programa monetaria, el cual fue de 4% +/- 1%.
Partiendo de estos dos datos podemos determinar si nos fue bien o mal en el año que recién acaba de transcurrir. Esto es así porque la inflación, por ejemplo, es lo que determina cuánto poder de compra tuvo el salario o nuestros ingresos durante el período analizado.
Hay que agregar, según el Banco Central, que la depreciación del peso dominicano durante el año 2024 fue de 5.0%, inferior a la observada en las principales economías de la región.
Sin embargo, lo importante aquí es ver la inflación, pues mientras más alta menos poder de compras tiene nuestro peso. En este período analizado hay que ver qué proporción de la población logró mejorar sus ingresos, pues también como una variable a toma en cuenta para compensar la pérdida de valor que, por suerte, estuvo en el rango de la lógica de una economía estable.
Ahora bien, como el índice de precios al consumidor (IPC), que es el indicador que se utiliza para determinar la inflación, es un promedio, no podemos dejar de lado que hubo inflación en determinados rubros de consumo masivo y básico que tocan más a los sectores ubicados en los quintiles 1 y 2, que son los que más recursos de sus ingresos destinan a alimentación.
Lo que sucedió con el turismo, con 11.2 millones de visitantes, de los cuales 8.5 millones llegaron por vía aérea y otros 2.6 millones por cruceros, es otra señal clara de lo sucedió con la microeconomía. En términos macros, el sector turístico jugó un papel fundamental al aportar alrededor de US$12,000 millones.
El BCRD establece que, de manera preliminar, se estima que los ingresos de divisas alcanzaron unos US$43,500 millones en 2024 cuando se incluyen todos los sectores relevantes en esta área.
Ya está más que debatido y demostrado el impacto que tiene el turismo en la economía local, en la generación de empleos o en la vida de las personas, razón por la quizá no sea necesario volver a tratarlo.
En los resultados macroeconómicos, que siempre se impactan en la microeconomía, es decir, en las personas y empresas, es preciso reconocer las decisiones proactivas de las autoridades macroeconomías. La tasa de política es sólo una demostración de lo prudente que han sido.
Jairon Severino
Jairon Severino
Periodista. Director-fundador del Periódico elDinero. Egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Fue editor de Economía & Negocios del periódico Listín Diario. Maestría en Liderazgo Organizacional, por Humboldt International University, Miami, EE UU; Habilitación Docente, en UTE, y diplomado en Periodismo Económico por el Banco Central y la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD).