Estos cambios presentan un escenario de notables tendencias y desafíos para los profesionales de la contabilidad, quienes se ven compelidos a una actualización constante y a la adopción de nuevas tecnologías para mantener su relevancia y ofrecer un servicio de valor agregado.
La Sombra de la Reforma Fiscal: ¿Qué se Espera?
El tema central que acapara la atención del sector empresarial y contable es el proyecto de modernización o reforma fiscal que el Gobierno ha señalado como una prioridad para 2025. Aunque a septiembre de 2025 los detalles finales y su aprobación en el Congreso Nacional aún están en proceso, las discusiones y documentos preliminares apuntan a varios ejes fundamentales:
Ampliación de la base tributaria: Una de las metas principales es incrementar la cantidad de contribuyentes, tanto personas físicas como jurídicas, para aumentar las recaudaciones sin necesariamente crear nuevos impuestos.
Revisión de los principales impuestos: Se contempla una modificación en las tasas y la estructura del Impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC). Las propuestas iniciales sugieren una posible reducción de la tasa general del ITBIS, acompañada de la eliminación de exenciones a varios productos y servicios para ampliar su base de aplicación.
Lucha contra la evasión y elusión fiscal: Se espera un fortalecimiento de los mecanismos de fiscalización y control por parte de la DGII, apoyado en el análisis de datos y la inteligencia artificial.
Revisión de incentivos y exenciones fiscales: El Gobierno ha manifestado la intención de evaluar la efectividad y el costo fiscal de los diversos regímenes de incentivos existentes.
Tendencias que Marcan el Rumbo del Contador Dominicano
El entorno fiscal y tecnológico actual ha catalizado una serie de tendencias que están redefiniendo el ejercicio de la contaduría en el país:
Digitalización y Automatización Acelerada: La obligatoriedad de la facturación electrónica (e-CF), que ha avanzado en su calendario de implementación a lo largo de 2025, es el principal motor de esta tendencia. Los contadores han tenido que migrar de procesos manuales a plataformas digitales, no solo para la emisión de comprobantes, sino para la gestión integral de la contabilidad de sus clientes.
El Contador como Asesor Estratégico: Con la automatización de las tareas rutinarias (como la digitación y el registro de transacciones), el rol del contador está evolucionando hacia el de un asesor de negocios. Las empresas ahora demandan análisis financiero, planificación fiscal estratégica, optimización de costos y consultoría para la toma de decisiones.
Enfoque en la Ciberseguridad: La creciente digitalización de la información financiera y tributaria ha puesto la ciberseguridad en el centro de las preocupaciones. Los contadores deben asegurarse de proteger la data sensible de sus clientes y estar al tanto de las mejores prácticas para prevenir fraudes y ataques informáticos.
Demanda de Nuevas Habilidades: Además de las competencias técnicas tradicionales, los profesionales de la contabilidad necesitan desarrollar habilidades blandas como la comunicación efectiva para explicar complejas normativas fiscales a sus clientes, el pensamiento crítico para la resolución de problemas y la adaptabilidad para mantenerse al día con los constantes cambios tecnológicos y regulatorios.
Contabilidad en la Nube: El uso de software de contabilidad basado en la nube se ha popularizado, permitiendo un acceso a la información en tiempo real, facilitando la colaboración entre el contador y el cliente y mejorando la eficiencia operativa.
Desafíos Inmediatos para la Profesión Contable
Este nuevo paradigma fiscal y tecnológico también presenta importantes desafíos para los contadores dominicanos:
Mantenerse actualizado: La velocidad de los cambios normativos y tecnológicos exige un compromiso constante con la formación continua. Los profesionales deben invertir tiempo y recursos en entender las nuevas leyes fiscales, las normativas de la DGII y el funcionamiento de las nuevas herramientas digitales.
Inversión en tecnología: Tanto los contadores independientes como las firmas de contabilidad deben realizar inversiones significativas en software, hardware y capacitación para adaptarse a la nueva realidad digital y seguir siendo competitivos.
Gestión del cambio con los clientes: Un desafío importante es guiar a los clientes, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, en la transición hacia la digitalización y el cumplimiento de las nuevas normativas, como la facturación electrónica.
Competencia y diferenciación: La automatización puede llevar a una comoditización de los servicios contables básicos. Por ello, los contadores deben encontrar formas de diferenciarse, ofreciendo servicios especializados y de mayor valor agregado.
Presión sobre los honorarios: La eficiencia que introduce la tecnología puede generar una presión a la baja en los honorarios por servicios tradicionales. Los contadores deben ser capaces de comunicar el valor de sus servicios de asesoría estratégica para justificar sus tarifas.
En conclusión, el período hasta septiembre de 2025 se perfila como una etapa de transformación profunda para la profesión contable en la República Dominicana. La inminente reforma fiscal y la consolidación de la digitalización no solo modifican las obligaciones tributarias, sino que redefinen el rol del contador. Aquellos profesionales que logren adaptarse, invertir en tecnología y desarrollar nuevas habilidades estarán mejor posicionados para prosperar en este nuevo y desafiante entorno.
FUENTE: Tomado de Gemini Google/Busqueda investigativa de MDJL/Fotos de Google