En una economía cada vez más interconectada, es común que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) realicen transacciones en monedas distintas a la de su entorno económico principal. La Sección 30 de la NIIF para PYMES establece los principios para contabilizar estas transacciones y para convertir los estados financieros de una operación en el extranjero a la moneda de presentación de la entidad que informa. El objetivo es claro: reflejar de manera fiel el efecto de las variaciones de los tipos de cambio en la situación financiera y el rendimiento de la empresa.
La correcta aplicación de esta sección es fundamental para que los estados financieros presenten información fiable y comparable.
Conceptos Clave: El Lenguaje de la Conversión
Para entender la Sección 30, es indispensable manejar con fluidez ciertos términos:
Moneda Funcional: Es la moneda del entorno económico principal en el que opera la entidad. No es necesariamente la moneda local del país. Es la moneda en la que la empresa genera y gasta la mayor parte de su efectivo. Su determinación es un paso crucial y se basa en el juicio profesional, considerando factores como la moneda que influye en los precios de venta, la del país cuya competencia y regulaciones determinan esos precios, y la moneda en que se generan los fondos de las actividades de financiación.
Moneda de Presentación: Es la moneda en la que la entidad presenta sus estados financieros. Puede ser la misma que la moneda funcional o una diferente.
Moneda Extranjera: Es cualquier moneda distinta a la moneda funcional de la entidad.
Tipo de Cambio: Es la relación de cambio entre dos monedas.
Tipo de Cambio de Contado: Es el tipo de cambio utilizado en transacciones de entrega inmediata.
Tipo de Cambio de Cierre: Es el tipo de cambio de contado a la fecha de cierre del periodo sobre el que se informa.
Diferencia de Cambio: Es la que surge al convertir un determinado número de unidades de una moneda a otra, utilizando tipos de cambio diferentes.
Reconocimiento Inicial: La Fotografía del Momento
Cuando una PYME realiza por primera vez una transacción en moneda extranjera (por ejemplo, una compra a un proveedor en el extranjero o una venta a un cliente internacional), debe registrarla en su moneda funcional.
Para ello, aplicará el tipo de cambio de contado en la fecha de la transacción al importe en moneda extranjera. Pensemos en una empresa cuya moneda funcional es el peso dominicano (DOP) y compra mercancía por $1,000 dólares estadounidenses (USD). Si el tipo de cambio en esa fecha es de 58 DOP por 1 USD, la transacción se registrará en los libros contables por $58,000 DOP.
1,000 USD×58
USD
DOP
=58,000 DOP
La norma permite el uso de un tipo de cambio promedio para un período (como una semana o un mes) para todas las transacciones ocurridas durante ese lapso, siempre que los tipos de cambio no hayan fluctuado de forma significativa.
Información al Final del Periodo: Ajustando la Realidad
Al final de cada periodo contable sobre el que se informa (por ejemplo, al 31 de diciembre), la entidad debe actualizar el valor de las partidas en moneda extranjera que aún mantiene en su estado de situación financiera. El tratamiento es diferente según la naturaleza de la partida:
Partidas Monetarias
Son unidades monetarias mantenidas en efectivo, así como activos y pasivos que se van a recibir o pagar mediante una cantidad fija o determinable de unidades monetarias. Ejemplos claros son: el efectivo en bancos extranjeros, las cuentas por cobrar a clientes en el extranjero y las cuentas por pagar a proveedores extranjeros.
Estas partidas deben convertirse utilizando el tipo de cambio de cierre.
Partidas no Monetarias
Son aquellas que no cumplen la definición de partidas monetarias. Su característica principal es la ausencia del derecho a recibir (o la obligación de entregar) una cantidad fija o determinable de unidades monetarias. Ejemplos típicos incluyen: inventarios, propiedades, planta y equipo, y activos intangibles.
Las partidas no monetarias que se miden al costo histórico se convierten utilizando el tipo de cambio de la fecha de la transacción original. No se actualizan posteriormente.
Las partidas no monetarias que se miden al valor razonable se convierten utilizando el tipo de cambio de la fecha en que se determinó dicho valor razonable.
Reconocimiento de las Diferencias de Cambio
Las diferencias de cambio que surgen al liquidar partidas monetarias o al convertirlas a tipos de cambio diferentes de los de su reconocimiento inicial se reconocerán en los resultados del periodo en que aparezcan. Es decir, afectarán directamente a las ganancias o pérdidas del ejercicio.
Ejemplo Práctico:
Siguiendo con la compra de $1,000 USD, si al cierre del periodo la deuda con el proveedor sigue pendiente y el tipo de cambio es de 59 DOP por 1 USD, la empresa deberá ajustar el valor de esa cuenta por pagar:
Valor inicial de la deuda: $58,000 DOP
Valor al cierre del periodo: $1,000 USD \times 59 = 59,000 DOP
Diferencia de cambio: $1,000 DOP (Pérdida)
Esta pérdida de $1,000 DOP se registraría en los resultados del periodo.
Cambio en la Moneda Funcional
Una entidad puede cambiar su moneda funcional, pero solo si se producen cambios en los hechos y condiciones subyacentes que la determinaron. Por ejemplo, si una empresa que exportaba principalmente a Estados Unidos (usando el USD como funcional) cambia su mercado principal a Europa, podría cambiar su moneda funcional al euro (EUR).
Cuando ocurre este cambio, la entidad debe aplicar los procedimientos de conversión a la nueva moneda funcional de forma prospectiva, es decir, desde la fecha del cambio.
Conversión a la Moneda de Presentación
Una entidad puede necesitar o desear presentar sus estados financieros en una moneda distinta a su moneda funcional. Por ejemplo, una subsidiaria en República Dominicana (moneda funcional DOP) debe convertir sus estados financieros al dólar estadounidense (USD) para consolidarlos con su casa matriz en Estados Unidos.
El procedimiento es el siguiente:
Activos y Pasivos: Se convierten al tipo de cambio de cierre en la fecha del estado de situación financiera.
Ingresos y Gastos: Se convierten a los tipos de cambio de las fechas de las transacciones. Por simplicidad, se puede usar un tipo de cambio promedio del periodo si no hay fluctuaciones importantes.
Diferencias de Cambio: Todas las diferencias de cambio resultantes de este proceso de conversión se reconocerán en el otro resultado integral (ORI), que es una sección del patrimonio, no en los resultados del periodo. Esto se hace para no "contaminar" la utilidad neta con fluctuaciones que no provienen de la operación directa del negocio.
Información a Revelar: Transparencia Ante Todo
La transparencia es clave. La Sección 30 exige que una entidad revele la siguiente información en las notas a sus estados financieros:
El importe de las diferencias de cambio reconocidas en los resultados durante el periodo.
La moneda funcional y la razón de su elección si es diferente de la moneda del país donde está domiciliada.
Cualquier cambio en la moneda funcional y las razones que lo motivaron.
Cuando la moneda de presentación es diferente a la funcional, este hecho debe ser declarado, junto con la identidad de la moneda funcional y el método de conversión utilizado.
FUENTE: Gemini Google/Busqueda investigativa de MDJL/Fotos de Google