domingo, 26 de noviembre de 2023

CONTADORES Y ESTUDIANTES DE CONTABILIDAD!!! La importancia de la lectura en la formación del contador público

 

CONTADORES Y ESTUDIANTES DE CONTABILIDAD!!!

luz aMParo valEncia lEMos
Contadora Pública, especialista en Gerencia Financiera. Docente tiempo completo, Programa de Contaduría Pública, Facultad de Ciencias Econó- micas - Universidad de San Buenaventura, seccional Cali.
lavlemos@usbcali.edu.co
“El acto de leer es un acto de construir sociedad y de reconocerse históricamente.” Luiz Percival Leme B.
Resumen
Este artículo es una primera aproximación al ejercicio de evidenciar la importancia de la lectura en la formación de los profesionales de todas las disciplinas, pero especialmente de la contaduría pública. Aquí se abordan dos tipos de lectura: la lectura estética o de goce y la lectura sistemática y profunda.
La lectura estética o de goce aporta reflexión y comprensión; y la lectura sistemática y profunda permite desarrollar procesos de aná- lisis, y tratar diversos campos de investigación.
Los programas de contaduría pública en nuestro país deben seguir incluyendo en sus currículos cursos que permitan la promoción de procesos coherentes de lecto-escritura para que se desarrollen com-
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petencias comunicativas básicas, que contribuyan al ejercicio exitoso de la profesión teniendo en cuenta la complejidad del conocimiento y la realidad en la cual nos encontramos inmersos.
Otro aspecto que se menciona someramente es la importancia de la epistemología contable, la cual si bien es muy rica, es poco estudiada por los propios contadores públicos.
Palabras clave: Lectura, escritura, competencias, currículo, epistemo- logía.

Introduccción
Puede resultar redundante hablar en la aca- demia de la importancia de la lectura y la escritura en una determinada profesión o disciplina del saber; sin embargo, la realidad cotidiana nos muestra cómo los procesos de lectura presentan serias dificultades en nuestro medio, lo que conlleva también que
Fecha de aceptación: Julio de 2010
no sepamos escribir y tengamos problemas con la escritura.
En un evento académico internacional sobre lenguaje y educación, realizado reciente- mente en Cali, se afirmó lo siguiente: “Las estadísticas muestran que los colombianos leen tan sólo un libro al año”.1 De la situa- ción anterior no escapamos muchos de los
1. Simposio internacional de lenguaje y educación Si-lee. Universidad Icesi, Santiago de Cali, Agosto de 2009.
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contadores públicos, a quienes en nuestra formación profesional no se nos motiva a la lectura y mucho menos a la escritura; esta última se nos ha presentado como algo inal- canzable, y nos han hecho creer que es sólo competencia de expertos e investigadores de gran reconocimiento.
En la Universidad de San Buenaventura de Cali, en el evento del relanzamiento de nues- tra revista Gestión & Desarrollo (Septiembre 29 de 2009), el padre rector dijo:
“En Europa todo el mundo escribe, porque no tiene miedo a hacerlo y a expresar con simpli- cidad lo que piensa”.
Por ello, es importante que nosotros los do- centes, en las asignaturas a nuestro cargo, tengamos como estrategia metodológica asignar lecturas con gran frecuencia que sean socializadas en grupo a través de re- súmenes o ensayos más elaborados para ir entrando en la cultura de leer y escribir.
En la gran mayoría de currículos universi- tarios de contaduría pública los cursos que desarrollan lecturas comprensivas y procesos de escritura son más bien pocos. No existen muchas propuestas transdisciplinarias que permitan a los estudiantes el acceso a otras formas de ver, comprender y asimilar nuestra realidad cambiante y compleja.
Los programas de contaduría pública, que hacen parte de las grandes facultades de ciencias económicas, en sus estrategias de formación integral del contador público de- ben darle importancia a la estructuración integral del ser humano, la cual entrelaza factores físicos, biológicos, psicológicos, so- ciológicos, porque no se puede olvidar que nos encontramos inmersos en una cultura
con unas relaciones sociales, pedagógicas e históricas muy particulares.
Para comprender lo anterior debemos tener la posibilidad de leer críticamente y tomar conciencia de la multiplicidad y la compleji- dad del mundo y de nuestro ser. Ha llegado el momento de reconocer que una ciencia o disciplina carente de reflexión y una filoso- fía puramente especulativa son insuficientes (Morin, 1982, p. 17). Es necesario, entonces, hacer un alto en el camino en la formación del contador público y tener en cuenta las consideraciones anteriores.
Moisés Melo, presidente de la Cámara Co- lombiana del Libro y una de las personas que más ha trabajado en Colombia en torno a la lectura y su promoción, nos dice: “Los co- lombianos leen poco, es una realidad. Pero lo importante es que soplan vientos de cambio: en el año 2005, según encuestas realizadas a personas mayores de 12 años, sólo el 37% confesó haber leído un libro en el último año; en el 2008 la cifra cambió y creció a un 52%”.2
Los contadores públicos no podemos quedar- nos haciendo parte de ese 48% restante que no lee ni siquiera un libro al año. Se deben buscar y consolidar alternativas de promo- ción de la lectura en nuestros programas de formación profesional: implementar las lec- turas transdisciplinarias, generar estrategias de lecto-escritura, establecer relaciones en- tre la lectura y las tecnologías de la informa- ción, entre muchas otras.
Al desarrollar otras alternativas de lectura como el goce y el entretenimiento, tenemos la oportunidad de acercarnos al mundo ma- ravilloso y fascinante de la narrativa, la poé- tica y el ensayo.
2. MELO, Moisés. Entrevista Gaceta, diario El País. Santiago de Cali, domingo 23 de agosto de 2009. Edición 913 ISSN: 20-27-4181.
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El escritor colombiano William Ospina, ga- nador del premio de novela Rómulo Gallegos en la versión 2009, nos plantea lo siguiente:
“La entretención es una de las características del buen libro; pero si una obra literaria es sólo y simplemente entretenimiento uno diría que es un desperdicio, pues queda al nivel de un paseo o charla. Si yo dijera que El Quijote es sólo un libro de entretenimiento, omitiría que es una obra que puede cambiar la vida de mu- cha gente”.3
Al contador público se le ha encasillado como una persona muy fría y poco dada a otros temas que estén por fuera de su pro- fesión. ¿Será éste uno de los motivos por los cuales nuestra participación en grupos de investigación registrados y reconocidos por Colciencias sea baja en relación con la par- ticipación de otras profesiones o disciplinas? Una sana y buena costumbre sería la de no dedicarnos solamente a la lectura de goce o la meramente disciplinar, también es bueno leer libros que muestren la realidad cotidia- na del mundo. Hay que diferenciar entre los libros que buscan entretener –que no son propiamente literatura– y los que además de permitir gozar de su contenido nos compro- meten a ser analíticos, críticos y compren- sivos de los que leemos en contextos con- cretos.
Al inicio del texto se planteó la necesidad de una lectura transdisciplinaria, que nos permita adentrarnos en los problemas de la episteme contable, apropiarnos de nuestra responsabilidad social, que nos dé insumos para hablar con profundidad de una Con- taduría Pública y su relación con la con- servación del medio ambiente, con la glo- balización, y la internacionalización, con la democracia, con la ética, para desarrollar
principios y valores para interactuar en una sociedad con una profunda crisis axiológica en la cual el Ser no tiene valor. Por esto, se hace necesario tener y consolidar principios y valores éticos pertinentes, para compren- der y enfrentar el actual modelo neoliberal en el cual nos movemos.
Por ejemplo, en el campo de las ciencias eco- nómicas la erosión de la confianza pública ha hecho temblar las estructuras del capita- lismo financiero; erosión generada por cir- cunstancias especiales en el ejercicio colec- tivo de la profesión contable, arrastrado por una lógica de concentración diversificada de los mercados, inherente a las estructuras monopolísticas que pretenden institucionali- zar el modelo económico de la globalización. No olvidemos cómo en el momento actual la globalización está constantemente ganando adeptos y muchos espacios en el mundo. Las sociedades contemporáneas se están tor- nando más complejas, muchos países están ampliando el campo de la educación univer- sitaria y la gran mayoría de las facultades de contaduría pública o afines están incorpo- rando nuevos conocimientos (Cano, 2001, p. 113), los cuales van haciendo parte de nues- tra vida y de las prácticas cotidianas.
Los procesos de lectura y escritura son una parte vital en la formación del contador del siglo XXI, porque se nos exige ser muy ver- sátiles y estar comprometidos con nuestro entorno. Nuestras universidades deben per- mitir a sus comunidades académicas tener visiones amplias y no lineales y parceladas de nuestra realidad.
La lectura y la escritura permiten ir conso- lidando un perfil altamente competitivo del contador público, que posea conocimientos clave para establecer diálogos e investiga-
3. Una gota de letras. Entrevista Marianne Pansford con William Ospina, diario El País, Santiago de Cali, 20 de Septiembre 2009, sección B1.
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ciones transdisciplinarias, las cuales evitan las prácticas de los saberes atrofiantes de nuestras disciplinas profesionales.
Como contadores debemos tener un manejo proactivo de la comunicación en todos sus niveles y utilizar correctamente el lengua- je verbal informático, lógico, matemático y estético.4 Este último aspecto es muy poco trabajado en nuestras facultades y progra- mas. Se deben desarrollar cualidades y com- petencias interpretativas, argumentativas, expresivas y propositivas que vayan más allá de lo meramente instrumental; unas compe- tencias en el sentido cognitivo, más allá del sentido de la reingeniería y la empresa. Una competencia como lo plantea el profesor e investigador Jesús Martín Barbero (2003, pp. 17-34):
“El otro concepto que me parece fundamen- tal para redefinir las competencias cognitivas es el de la práctica de Michel del Certeau al tratar de entender la cultura cotidiana de la mayoría”.
Unas habilidades que superen lo meramente competitivo, en la sociedad del mercado libre y redefinidas según las competencias cultu- rales de los hábitus y de la práctica, como lo expresa Jesús Martín Barbero, podrán ayu- darnos a transformar nuestros modelos de enseñanza al ponerlos en una densa relación con las habilidades de aprendizaje que los nuevos sujetos llevan a la escuela. Compe- tencias de lectura y de escritura que tengan los diversos aspectos de la transversalidad en la antropología, que acepten y promuevan renovaciones en la formación del Contador Público como un profesional comprometido y respetuoso de las libertades de expresión y difusión del pensamiento, de los derechos humanos y un impulsor de la paz y la demo-
cracia, en los actuales momentos que tanto lo necesitamos.
A manera de conclusión
Las facultades y programas de contaduría pública en el país deben desarrollar y fo- mentar en la comunidad estudiantil diversas estrategias de lectura y, en consecuencia, de escritura para alcanzar otras formas de in- terpretar y comprender nuestra cotidianidad. Los procesos de lectura nos permiten desa- rrollar otras alternativas transdisciplinarias de investigación, y generar competencias cognitivas amplias para modificar visiones unilineales de nuestro entorno.
¿Cómo podemos motivar a otros a la lectura?
– Socializando nuestras experiencias y re- saltando los beneficios obtenidos al ini- ciarnos en la cultura de la lectura.
– Creando espacios locativos como salas de lectura para docentes y estudiantes, con bibliotecas en las que sus libros puedan ser intercambiados.
– Incluyendo en la metodología de nuestras clases la socialización de lecturas, a tra- vés de pequeños ensayos que analicen los temas leídos.
– Incentivando a los estudiantes a leer por lo menos un libro al semestre.
Epílogo
“Todo escrito quiere ser el sol. Como Amon-Ra juzga a los vivos y a los muertos. ¿Podré acaso romper el sistema de Ptolomeo que cada uno forma alrededor de su espíritu? Indudable- mente no, y en ese sentido el lector mal inten- cionado tendrá la lucidez que me falta, pero
4. Revista Asfacop. Año 1 No.1 Agosto 1995 XXVI Asamblea. San Juan de Pasto.
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por lo menos debo intentar el esfuerzo de des- doblarme en observador/observado.”
Edgar Morin
Bibliografía
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– CANO Morales, Abel María (2003). El sentido fi- losófico de la educación contable en Colombia. Revista Contaduría Universidad de Antioquia No. 41.
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– CARDONA Arteaga, John y otros. La formación para un ejercicio profesional multidisciplinario. Revista Contaduría. Universidad de Antioquia.
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